El pasado 19 de febrero estuve comiendo en el comedor del
colegio de mi hijo Catalina de Aragón.
Me acompañaron desde secretaría hasta el comedor, donde me
presentaron a Carmen la responsable de cocina, quién muy amablemente me explicó
el funcionamiento, como se recibe la comida y el libro registro donde se apunta
día, hora y temperatura entre otras cosas.
Las monitoras de infantil se encargan de preparar la bandeja
con la comida y la fruta (cada día un tipo distinto para que varíen)
En primaria los niños pasan en fila a recoger la bandeja,
eligen la fruta entre 3 o 4 tipos y en la línea son las cocineras las que les
sirven el primero y el segundo
Cuando me senté en la mesa para comer, la bandeja en sí, no
invita mucho a comer aunque hay que reconocer que es muy práctica.
La cantidad de comida me pareció más que suficiente para los
niños, y además existe la posibilidad de
repetir segundo.
El menú de ese día era:
Puré de Hortalizas y
Jamoncitos guisados.
El puré, era eso, puré, aunque tenía buena textura, cremoso
y con buen sabor.
Los jamoncitos estaban tiernos y jugosos. Iban acompañados
por lechuga bastante fresca y bien aliñada.
El pan también estaba bastante bien.
Cuando los niños de la misma clase han terminado de comer salen
en fila del comedor, los de infantil por edades a sus recreos o a la siesta en
el caso de primero.
Los de primaria a su patio
Hay varios detalles que me gustaría destacar:
·
El ruido que hay dentro del comedor cuando todos
los niños están dentro es espectacular, entendí porque a principio de curso a
mi hijo no le gustaba ir porque decía que había mucho ruido.
·
Si algún niño vomita durante la hora de comedor,
se aparta la bandeja, vaso y cubierto. Se lavan independientemente, primero con
lejía y después en el lavaplatos al final del todo.
·
Lo que no me gustó nada es que los niños de
infantil tienen sus patios bien delimitados y siempre están controlados por las
monitoras, pero en primaria, los que no están apuntados a ninguna actividad
extraescolar tiene demasiado tiempo ocioso.
Quiero agradecer a toda la gente que dedicó su tiempo a
explicarme y enseñarme el funcionamiento del comedor y a las monitoras porque
hacen una gran labor.
Un padre.
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